viernes, noviembre 05, 2010

Nos mudamos a www.11m.cl


Así las cosas. Las grúas se mueven, y en este caso una autogrúa me lleva desde el papel protagónico de este blog, a un rol de reparto en 11m. Esperemos que resulte ese proyecto. Ahí nos vemos.

martes, enero 19, 2010

Piñeramiente.cl y la historia de El Mercurio Miente


Ayer El Mostrador cuenta que Piñeramiente.cl, un dominio de internet, es objeto de disputa entre su creador y el Presidente electo. La historia recuerda a Elmercuriomiente.cl, ayer propiedad de un grupo de estudiantes de la Universidad de Chile, pero hoy a nombre de Agustín Edwards E y Compañía.

La historia empieza en el invierno de 2001, cuando con datos desde el interior de la Casa Central de la U. de Chile, El Mercurio denuncia manejos financieros oscuros en la Federación de Estudiantes, todo bajo el sugerente título de “Cheque a Fech” en plena portada del Cuerpo D. Meses después, el mismo diario nos contaría que “la Fech era inocente”, aunque ya no fuera tema para portada sino para una caluga en los “Cuentan qué”. En ese entonces, junto con recurrir a la Ley de Prensa para utilizar el derecho a réplica entregando una carta certificada en las oficinas del diario, estuvo en el frontis de la Fech un cartel con “Como ayer, diariamente, El Mercurio miente”, al que el diario respondió ampliando sus acusaciones, nuevamente en el Cuerpo D titulando, ni más ni menos, “El Mercurio no miente”. Así, en esos días algunos estudiantes que trabajábamos en la Federación decidimos inscribir el dominio elmercuriomiente.cl, con la idea de levantar un medio de comunicación estudiantil bajo ese nombre.

Creo que un par de años después postulamos a los fondos de iniciativas estudiantiles de la Universidad, para comprar cámaras de video y computadores para editar breves notas de lo que ocurría en la U. La calidad de los reportajes era amateur, y fuimos sumando estudiantes de distintas facultades a hacer un video. Nada muy destacable, hasta que recibimos la notificación del NIC (entidad encargada de administrar los .cl) de la demanda de El Mercurio reclamando ser los legítimos propietarios de elmercuriomiente.cl.

Recuerdo que en The Clinic se comentó brevemente lo paradójico del asunto (el mismísimo Agustín Edwards reclamando la propiedad de una frase así), y dos abogados expertos en derecho digital nos escribieron para ayudarnos frente a la demanda (no los nombro y les rindo homenaje solo porque no sé si les parecería bien). La contienda parecía simple, toda vez que las reglas de NIC señalan que una de las tres condiciones que deben darse necesariamente para revocar un dominio es “Que el nombre de dominio sea idéntico o engañosamente similar a una marca de producto o de servicio sobre la que tiene derechos el reclamante, o a un nombre por el cual el reclamante es reconocido”. Las otras dos condiciones hablaban de carencia derechos legítimos y mala fe, lo que podía ser discutible, pero que Elmercuriomiente sea “idéntico o engañosamente similar” a El Mercurio parecía ser algo casi risible.

Pero al frente estaba El Mercurio. El juez árbitro Pablo Cánovas pidió informes para clarificar si se cumplían las circunstancias para revocar el dominio a dos asociaciones gremiales en cuya directiva está El Mercurio, la Asociación de Medios de Internet (AMI) y la Asociación Nacional de Prensa (ANP).

Meses después vino el fallo, el que es inapelable de acuerdo a la normativa NIC. A criterio del juez, El Mercurio y El Mercurio Miente podían producir confusión en usuario que intentando llegar al diario terminara en el sitio de videos estudiantiles. Además, el fallo afirma que ambos sitios, el diario y nuestros videos, eran “competencia”.

Afortunadamente, en aquel 2001 inscribimos también elmercuriomiente.com, el que si El Mercurio lo quiere para sí tiene que ir a demandarnos a EE.UU., donde, según contaban los abogados, la reglamentación para quitarle un dominio a alguien es más restrictiva y, por cierto, los derechos fácticos del decano de la prensa han de ser menores.

Así las cosas, ojalá que los legítimos inscriptores de piñeramiente.cl no se encuentren con los mismos criterios arbitrales que enfrentamos nosotros, y terminen frente a un fallo que asegure que su nombre es idéntico o engañosamente similar a Piñera. Aunque cueste creerlo.

viernes, enero 15, 2010

Razones desde la Izquierda, por Nicolás Grau y Gabriel Boric

La elección de este domingo representa desde ya, gane quien gane, un fracaso para el mundo de izquierda. Por una parte, el país elegirá entre continuar con la Concertación y su condescendencia con la forma de vida que heredamos de la dictadura, o bien cambiar a un gobierno de derecha del cual no se puede esperar otra cosa que la profundización de ese modelo.
Por otra parte, la política ocupa cada vez un espacio menos relevante en nuestras vidas. Es así como a muy pocos de las nuevas generaciones les interesa participar en esta elección. En efecto, el nuevo presidente puede ser elegido con menos votos que los que obtuvo Pinochet en el plebiscito del 88.
Ambas situaciones, las opciones que hoy tenemos y quienes han deseado ser los electores, son buenos motivos para sentir frustración y necesidad de cambiar el cuadro político futuro.
Es por esto que nuestro deber como parte del mundo de izquierda es construir una plataforma programática de largo plazo que, sin estar solamente determinada por coyunturas electorales contingentes, sea capaz de reunir a todas las fuerzas que hoy, por diferentes motivos, han decidido enfrentar la realidad de manera dividida. Debemos recuperar la vocación de mayoría y la capacidad de transformar la realidad.
Ahora bien, nos guste o no, el próximo domingo va a ser electo el próximo presidente de Chile. Y ante este escenario no somos indiferentes.
Nos somos indiferentes, pues no sólo conocemos la historia de nuestro país y, en particular, el actuar de la derecha durante la dictadura, sino que ademas hemos vivido la implementación de un conjunto de políticas  de derecha durante los gobiernos de la Concertación.
Es por lo último que no nos parece creíble ni aceptable que el mismo conglomerado que durante 22 años ha hecho del consenso un fin en sí mismo, y que hace sólo un año alzaba sus manos con la UDI y RN, haciendo un festín con su pobre y continuista reforma educacional (LGE), que de paso le daba la espalda al movimiento social más esperanzador que ha tenido el Chile post dictadura -la movilización pinguina de 2006-, ahora nos trate de convencer de una caricatura en que la derecha es inmoral y malvada y que ellos  son los paladines del progresismo.
El oportunismo político y la mala memoria nos hacen dudar. Sin embargo, pensamos que la mejor opción, entre el nulo y votar por Frei, es aportar con nuestro voto y opinión para que los partidos de derecha no lleguen al poder político.  De este modo, este domingo 17 haremos fuerza en la misma dirección con el sector del cual hemos sido oposición, votaremos de igual modo, pero nuestras razones no son sus razones.
Votaremos Frei porque pese a que sus palabras a estas alturas no son garantía suficiente, parte de los compromisos que han asumido frente a la desesperación de una posible derrota abren una brecha de posibilidad a cambios en el sistema político, tributario y educacional que nos parecen profundamente necesarios. También porque en el concierto Latinoamericano nos sentimos más cerca de Mujica, de Lula, de Correa y de Morales, que de Uribe, García y Calderón, y pese a que Frei no representa lo mismo que el primer grupo, sabemos que en un gobierno de derecha, los aliados serían los segundos. Y además, porque vemos en las dos almas que cruzan a la Concertación, una que no ha abrazado al neoliberalismo, una con la que es posible avanzar en la acción del mundo social en su lucha por mayor democratización, equidad y justicia.
En definitiva, este domingo votaremos Frei con una sensacion de vergüenza y responsabilidad. Lo haremos porque creemos que es lo mejor para el País. Esperamos contribuir para que en el futuro tengamos una mejor opcion y un conjunto de ciudadanos que deseen participar de tal elección.

(Gabriel Boric fue Presidente del Centro de Estudiantes de Derecho de la Universidad de Chile en 2008; Nicolas Grau es
Economista y  fue Presidente FECH en 2006)

miércoles, enero 13, 2010

4 elementos para entender a MEO

Prevención: Para todo individuo o fuerza política lo primero es siempre el interés nacional, el que alcanza su mayor expresión cuando marchan bien sus intereses particulares. Difícil de tragar, pero inevitable para entender: “Lo mejor para que a Chile le vaya bien, es que a nosotros nos vaya bien”. Dicho de modo más políticamente correcto, creen fervientemente en sus capacidades y proyectos, y en el impacto de éstos en el bien común.


Pregunta: ¿Qué hicieron los votantes de de Marco Enríquez Ominami en las parlamentarias?  Mientras Piñera obtuvo poco más de 200.000 votos por sobre la Alianza, Frei estuvo 850.000 votos por debajo de su lista. Hay 400.000 nulos más que en la presidencial, y la lista de MEO no alcanzó a ser la cuarta parte de los votos de su abanderado (325.000 votos, incluyendo al MAS de Navarro, que iba en otra lista). En síntesis, la mayor parte de los votantes de Marco fueron a la lista de la Concertación, y luego partes menores a la lista propia, al nulo y a la Alianza. Los muy visibles marquistas de derecha eran pocos más que los nombres que se hicieron conocidos en la pasada. Si el fenómeno hubiera existido, en Las Condes, Vitacura, Lo Barnechea, Ñuñoa, Providencia, los lugares donde debieran hacer masa estos votantes derechistas, ilustrados, liberales, y marquistas, la votación de la derecha debiera ser superior a Piñera. Pero en ambos casos son votaciones muy similares, con diferencias de apenas 1.000 votos entre presidencial y diputados. Para la mayoría relativa de los electores de Marco, más que una tercera fuerza hubo primarias de la Concertación.


Paradoja: El 13 de diciembre pasado hubo un gran ganador y un gran perdedor, los partidos. Mientras concentran las críticas de la ciudadanía como símbolos del espacio lúgubre en que se hace la política, se fortalecen como la única herramienta electoral exitosa a la hora de convertir los votos en posiciones de poder. Quien no cuente con un partido capaz de articular alianzas y ganarse espacios, podrá ganar en las urnas -Escobar, Urrutia-, hacer avanzar sus ideas -Enríquez Ominami-, pero no contará con espacios de poder concreto, salvo cacicazgos locales que deben ponerse a prueba en cada pasada -Punta Arenas-.


Moraleja: En nuestras elecciones una mesa de negociación vale más que una mesa de votación. Si el binominal de las parlamentarias y la segunda vuelta presidencial fortalecen la existencia del duopolio al premiar al que llega segundo, la municipal es peor todavía: elección uninominal (alcaldes) de todo o nada, donde es ser primero o perder. Por eso es tan difícil construir una tercera casa en un barrio donde el plano regulador está hecho para que solo quepan dos. Lo entendió Piñera, que pese a los infinitos golpes y menosprecios de la UDI que recibió decidió ir poco a poco ganando terreno hasta al día de hoy, en que los gremialistas deben conformarse ante su dominio casi hegemónico. Lo entendió el Partido Comunista, que abandonó el sueño de la casa propia a cambio de arrendar una pieza en la casa de la Concertación, obteniendo más comodidad que en sus 20 años de listas alternativas.


Con estos cuatro elementos no cuesta tanto entender a MEO y su voto, ahora público, a Frei. Es un gesto que cuida su capital político a futuro -aun con costos relevantes en tiempo presente-, que sintoniza con la mayoría relativa de sus votantes (no todos, ojo, Frei necesita casi ¾ para ganar el balotaje), y lo legitima ante las mesas políticas que en 2012 se articularán para preparar las listas municipales y, sobretodo, para la carrera presidencial de 2013 y sus eventuales primarias. En el escenario improbable de triunfo Freísta, MEO será parte de los ganadores y podrá anotar su nombre en la lista de sucesión. En el escenario probable de derrota, no será un paria, y podrá negociar y disputar su posición al interior del “todos contra Piñera”, la flamante coalición opositora. En cualquier caso, no conviene olvidarlo, sin partidos no hay infierno… ni paraíso.

viernes, febrero 27, 2009

NUEVO SUBSIDIO HABITACIONAL TRANSITORIO: Medida de tiempos de crisis que transparenta el agotamiento de la política habitacional chilena


Por Matías Mlynarz.

Para potenciar al sector de la construcción, que es uno de los más afectados por la crisis mundial, y que a la vez tiene mayor incidencia en el empleo, el gobierno de la concertación implementó el subsidio habitacional extraordinario para la adquisición de viviendas económicas y préstamos de enlace a corto plazo a las empresas constructoras. Este subsidio tiene un valor que varía entre las 380 a 520 UF dependiendo de la comuna, sólo podrá ser aplicable a viviendas construidas durante el primer semestre de 2009 y que su precio de venta no exceda las 950 UF.

El subsidio está actuando como un salvavidas para las grandes empresas constructoras, haciendo que reactiven proyectos detenidos por la crisis, ya que el gobierno les asegura la demanda, y les presta el 25% de total de los subsidios para que lo inviertan en la obra.

Si bien la aplicación del subsidio extraordinario debería traer asociada una disminución del desempleo, es inquietante la similitud que tiene con el sistema de subsidio impulsado por el gobierno militar en los años 80, que hizo crisis en 1997, ya que olvida elementos que tuvieron los sistemas de susidios posteriores como la postulación colectiva, el subsidio a la localización, o la adquisición de viviendas sin deuda. Si se replica el sistema pre 1997 es justo inferir que también se replicarán sus falencias como la mala calidad de las construcciones, la segregación socio espacial, y el crecimiento disfuncional de la ciudad. Esto hace pensar que existe por parte del gobierno un reconocimiento a que el sistema de las EGIS (Entidades de Gestión Inmobiliaria Social) y del Fondo Solidario de Vivienda, no son una herramienta efectiva para construir viviendas, y que ante esta realidad, y la necesidad de aumentar la producción decidieron volver al fracasado sistema anterior.

Aunque este subsidio tiene el carácter de extraordinario y su aplicación será transitoria, da muestras de que la política habitacional chilena se encuentra agotada, y que a su vez es subsidiaria de intereses económicos que tienen poco que ver con las necesidades de viviendas dignas que tienen los pobladores.

jueves, marzo 15, 2007

Jorge Díaz


Conocí a Jorge Díaz dos veces. La primera leyendo "El Cepillo de Dientes" en el colegio, la segunda en la inauguración de la exposición de Guillo en la FECH. En esa ocasión, Díaz escribió un diálogo que se negó a protagonizar, y así fue puesto en escena por Alejandro Goic y , creo, Horacio Durán. Me impresionó su humor singularísimo, pero no logro acordarme de qué se trataba. Van años ya.
Todo esto para quitar telarañas en este espacio con algo que valga la pena: la columna carta de Benjamín Galemiri que se publica ayer en El Mercurio.

Su genio era imparable
Benjamín Galemiri


Desde la tierra de John Lennon, en Londres, me entero con la angustia del hijo de la partida de mi padre escritural, el universal Jorge Díaz. Como Lennon, mi padre Jorge Díaz inventó todo antes que todos.

Nos hizo reír y llorar antes que todos. Hizo híper texto, hipo texto, inter texto, posmodernismo, guiñol, farsa, absurdo, realismo, tragedia y comedia, teatro del fragmento y de la desestructuración. Se adelantó en 40 años a todas las nuevas escrituras. Su genio era imparable, y fue en lengua española comparable al aporte de Nicanor Parra en la poesía. Este eterno niño caudillo, subversivo y tan arrolladoramente encantador llamado Jorge Díaz quedará en mi corazón de huérfano de padre. Demasiado corta carrera llamada dramaturgia, que él veía con socarronería muy española y con humor muy chileno.

Por segunda vez en mi vida he quedado huérfano, pero tengo el encargo bíblico que me hiciera unas semanas antes de morir: me llamó por teléfono para rogarme que escribiera una obra de teatro que, según él, era la obra de su vida y que sólo su hijo escritural podía hacer, ya que él presentía su desaparición.

En ese momento lo reté, porque me apenaba su corazonada. Pero ahora, Jorge amado padre, escribiré esa obra como si fuera tuya, para tenerte otra vez entre nosotros, porque el mundo sin Jorge Díaz es intolerable. Todo el amor de tu hijo Galemiri.

domingo, febrero 18, 2007

Pienso como PPD... o tropecé de nuevo con la misma piedra

La inolvidable frase del encapuchado Andrés Farías no pierde por desatinada su tremenda capacidad de síntesis.

“Ningún personero de la Concertación puede plantear públicamente que va a ser candidato a alcalde por Santiago, si no es militante del PPD. Le queremos recordar al señor (Marcelo) Trivelli que el cupo es del PPD y nos costó 16 comunas en la ultima negociación parlamentaria", Angel Bozán, Presidente veraniego del PPD.

El sábado 30 de octubre de 2004 Joaquín Lavín declaraba eufórico en el balcón de la Municipalidad de Santiago su victoria en “la madre de todas las batallas”. Aunque la Radio Bío-Bío aseguraba el triunfo de Schaulsohn, el próximo Alcalde sería Raúl Alcaíno, el candidato de Lavín. Así, la Concertación perdió la oportunidad de asestar un fuerte golpe a la entonces principal figura de la oposición producto del plan PPD de poner a Jorge Schaulsohn como Alcalde, y desde ahí proyectarlo a las primeras figuras de la política nacional.

La transacción para compensar a la DC por el cupo de Santiago -Santiago “era decé” desde Ravinet y el duelo/paliza “Betty la fea – Santoladrón” protagonizado por Lavín y Martita Larraechea- consistió en entregar 16 comunas que “eran pepedé”. En momento alguno fue tema las cualidades de los potenciales alcaldes, bien como ediles o candidatos. Nos recuerda Bozán:

"El PPD le quiere recordar a todo el país que nos costó lograr aquel cupo, por lo tanto nosotros seguimos con nuestra intención de que la alcaldía por Santiago sea recuperada para la Concertación con algún líder de nuestro partido"

Allá por el 2004 el candidato “natural” a Santiago era el Intendente Marcelo Trivelli, quien en las encuestas ganaba caminando a Alcaíno y a las otras cartas que sonaban en la derecha.

Pero eso daba lo mismo, no era PPD.

Ahora que el “tremendo alcalde” y renovador de la política ha devenido paria, vuelve a ser insignificante quien conducirá de mejor manera la comuna de Santiago, o quien maximiza las posibilidades de éxito de la Concertación.

martes, febrero 06, 2007

Cada Ministerio con su mini-histeria

La reacción del Ministerio de Salud ante la aparición de las cajetillas Kent con publicidad interior vino a ratificar cierto estado de histeria colectiva ante el tabaco que atraviesa las políticas estatales en este ámbito.

Evidentemente, nadie podría cuestionar que corresponde al Estado velar por la existencia de condiciones adecuadas para la convivencia de la pluralidad de sus ciudadanos. En ese criterio se sostienen razonablemente normas como la separación de espacios para no fumadores, la delimitación de espacios públicos cerrados y otros.

Sin embargo, previo a ese razonamiento sensato hay en el origen de esta política un juicio insostenible, que aplica sin matices ni debates la clasificación bien/mal al tabaco, a los cigarrillos. Como suele ocurrir, las posiciones polares como la que sustenta el MINSAL, desplazan asuntos contingentes, que admiten más de un punto de vista y son por ello discutibles, al ámbito de las certezas, a aquellos consensos que situamos fuera de todo debate, y toman carácter de axiomáticos límites de la democracia, por ejemplo el derecho a la vida.

La posición polar del Ministerio, obviando que tal como el tabaco tiene aspectos negativos científicamente demostrados también ha de tener positivos –genera placer, tranquiliza, un agradable sabor, dicen los fumadores – ha llevado a ridículos como el afán de demostrar en plena Comisión de Salud de la Cámara que las terrazas de los quioscos playeros eran un ambiente cerrado, por disponer de esos techos de totora que cubren sillas Savory y teams. Algo que resulta evidente para cualquier observador sensato –cuesta encontrar lugares con mayor circulación de aire que una terraza en la playa – quedaba en entredicho ante el afán de oponerse con toda fuerza al enemigo.

La apresurada reacción de retirar y multar a Chiletabacos por cajetillas que “se abren” pero que cumplen con mantener el 50% de las caras principales (las que no necesitan abrirse y están a la vista en los puntos de venta) con publicidad “antitabaco” da cuenta de esos raciocinios. No por nada, se llama a los Seremis a actuar “sobre las cajetillas mismas”. Evidentemente, las posiciones polares frente al tema no sólo corresponden al Ministerio, sino también en parlamentarios que han hecho de este tema un caballito de batalla, parte de una lucha por “la salud”. Mariano Ruiz Esquide dice: "Es una sucia cuchufleta (…) lo que están usando es una martingala, probablemente en el ánimo de sacar algunas ventajas, muy propio de algunas industrias que son muy ventajistas". El diario oficial también hace lo suyo preocupado por las cigarreras que las tabacaleras "ofrecen para evitar que fumadores conozcan los riesgos a la salud que provoca esta adicción". Otro tanto el Seremi metropolitano, denunciando la peculiaridad del enemigo: "“Las tabacaleras son empresas que lucran y quieren seguir haciéndolo".

Harto más interesante que la foto del emblema antitabaco devenido ídolo pop pegada en las cajetillas, sería la promoción de un debate que pusiera en la mesa atributos y efectos del tabaco, y la construcción de acuerdos entre fumadores y no fumadores sobre espacios y prácticas tolerables. Evidentemente ello no está agotado en esta Ley, aunque la Ministra piense lo contrario: "Las leyes significan un gran contrato social, aquí hay una sociedad que busca poner la salud por delante, y eso es lo que tenemos que buscar entre todos. Llamo también a las empresas a su propia responsabilidad".


La Ley Antitabaco

domingo, enero 28, 2007

La onda Google

Está bien bueno este artículo sobre Google en El País.

viaje al interior de google
La contraseña del siglo XXI
¿Qué hay en las entrañas de la herramienta de búsqueda número uno de la red? ¿Cuál es el secreto de esa página blanca, minimalista, que se convirtió en el mejor amigo del internauta y factura 10 mil millones de dólares al año? Un paseo por el campus de Silicon Valley, donde imperan normas poco habituales en una gran empresa.



Por Patricia Fernández de Lis *

Googleplex es el cerebro del buscador número uno de Internet: un centro de poder que factura 10.000 millones de dólares anuales y donde no hay horarios, los empleados andan en monopatín y el secretismo es norma. “¿Qué hay dentro de la mente de un googler?”, pregunta uno de los ingenieros. Sus compañeros responden: “Ilusión. Sorpresa. Cambio. Indiferencia. Un plan B. Más ilusión”. Las opiniones aparecen en un “tablero de ideas”, las decenas de pizarras en Googleplex, sede de Google en California. Reflejan ideas, ilusiones, bromas e inquietudes de 3000 cerebros detrás del nombre más importante de la red. Son los ingenieros informáticos más brillantes, los que más dinero ganan, mejor comen, los que más se divierten. Pero son también los que más tardaron en conseguir su empleo (tuvieron que pasar hasta ocho entrevistas) y los que más sufren la presión de innovar. Google parece querer ostentar el record mundial en lanzamiento de productos, así que exige tener el cerebro en marcha en todo momento: en los baños hay ejercicios matemáticos. Ni siquiera allí se deja de pensar.

Google contrata a unas cien personas a la semana, para alimentar la maquinaria que más rápido creció en la historia: sus ingresos aumentaron un 437% en cinco años, desde los 200 mil dólares que facturaba en 1999 hasta los más de 961 millones de 2003. Dan Farber, editor de Cnet, explica: “Google experimenta un hipercrecimiento. Es la evolución natural de una empresa que tiene un éxito constante, el liderazgo en el mercado más dinámico del mundo y la absoluta creencia de que puede tener éxito en todo lo que intente”. Google trabaja en 112 países, pero el corazón –o el cerebro– está en Mountain View, en Silicon Valley. Googleplex no es una ciudad ni un parque tecnológico. Es un conjunto de edificios que los googlers recorren a pie, en bicicleta o monopatín. El campus está a una hora en tren de San Francisco y a un tiempo indefinido en auto, así que, para que sus empleados aprovechen productivamente los embotellamientos, Google puso buses gratuitos que tienen acceso inalámbrico a Internet para que los ingenieros pueden trabajar en su laptop.

Dicen que Google sirve las mejores comidas de Silicon Valley, cortesía de su primer cocinero, Charlie Ayers, antiguo chef de Grateful Dead. Según explica Ayers en el libro Google, de David A. Vise, los fundadores Larry Page y Sergey Brin querían que sus trabajadores no perdieran tiempo al salir de la empresa para comer, así que pidieron que las comidas fueran sanas, variadas y sabrosas. Hay una cocina en cada planta de cada edificio, con bebidas, fruta y tentempiés, gratis. Y hay once cafeterías, entre ellas una de comida orgánica, donde todo lo que se consume fue cultivado allí. Es parte de su declaración culinaria de intenciones, que luce en las paredes: la comida será fresca, se usarán distribuidores locales y se animará la creatividad de los cocineros.

Google tiene otra declaración de intenciones: organizar la información y hacerla accesible desde cualquier lugar. Puede parecer simple, pero la frase resume la estrategia del buscador, que atiende unos mil millones de peticiones al día. Es la idea que llevó a dos jóvenes universitarios a montar un buscador que funcionara de verdad. Louis Monier, creador de Altavista, trabaja para su antigua rival. Y explica: “Buscar es una actividad central en Internet, está en su origen. Pero buscar es un término muy simple para describir una actividad muy complicada”. Póngase que un internauta introduce la palabra “Saturn” en su buscador. Espera que sepa discernir si se habla de un planeta o un modelo de autos, si busca comprar o vender, si quiere documentos o imágenes. Antes de Google, los buscadores se limitaban a organizar los resultados por el número de apariciones de la palabra en una página, y no por la importancia de ésta. Los fundadores investigaron cómo convertir la relevancia de una web en un algoritmo. Brin y Page decidieron que el modo de determinar si una página era relevante para una búsqueda era premiar el número de veces que era enlazada por otra. Es probable, seguía el razonamiento, que los artículos que hablan del Saturn contengan enlaces a la página de la compañía, así que ésa es la más importante para el usuario. Fue la primera vez que un buscador introducía relevancia social además de conceptos tecnológicos.

Brin y Page convirtieron su idea en la patente 6.285.999 y, fanáticos de las matemáticas, dedicaron su nombre al número que representa un 1 seguido por 100 ceros, aunque lo deletrearon mal (es googol en vez de google). Cuando se dieron cuenta, la idea ya era un éxito. El buscador funcionaba a la perfección y la página era blanca, limpia. Se cargaba a toda velocidad, en unos tiempos en que la red andaba en carreta. Prescindía de publicidad (sólo después insertó anuncios, separados de la información) y funcionaba muy bien. Era una idea de ingenieros hecha para ingenieros, cuyo secreto es que era simple y potente. Miguel Cuesta, que edita desde hace cuatro años un blog dedicado a Google (http://google. dirson.com), explica: “No fue necesario ni un centavo para darlo a conocer. El boca a boca fue la única herramienta de marketing y la garantía de éxito”. Ese éxito se tradujo en 380 millones de usuarios al mes, 9000 millones de dólares en ventas y un valor en Bolsa de 145.000 millones. Google gana su dinero gracias a los anunciantes que compran palabras en el buscador. Así, por ejemplo, si un internauta introduce la palabra “auto” en Google, verá los “enlaces patrocinados”. Las empresas que se anuncian pujaron por esa palabra, lo que significa que el precio de cada una de ellas es variable.

Marissa Mayer, vicepresidenta, explica el funcionamiento dibujando un triángulo. Cuenta que la organización de la mayor parte de las empresas modernas procede del mundo industrial, de las líneas de ensamblaje, donde alguien supervisaba el trabajo de otro. Es una organización piramidal, donde cada empleado realiza un trabajo individual que es supervisado por otro trabajador, que a su vez es supervisado por un gerente, y así hasta llegar al presidente. Google, asegura, funciona más bien como una red, donde los equipos, las responsabilidades y los papeles de cada trabajador fluyen y cambian sin parar. “La jerarquía es completamente plana”, asegura Hugo Fierro, un ingeniero español de 24 años que trabaja en la sede de Nueva York. “Tenés acceso a todo el mundo, incluidos los fundadores.”

La forma en la que Google intenta fluir se llama “Regla del 70-20-10”. Es la manera en la que los empleados distribuyen su tiempo de trabajo. El 70% deben dedicarlo al negocio principal, las búsquedas: Google aún debe el 99% de sus ventas a los anuncios. En la búsqueda de los nuevos productos con los que Google alimenta el mercado, los ingenieros pueden dedicar el 20% de su tiempo. Así surgió, por ejemplo, Google News, que localiza noticias, o G-mail, el correo electrónico. El 10% restante del tiempo puede usarse en desarrollar cualquier idea, por muy extravagante o absurda que parezca. Como, por ejemplo, construir el esqueleto de un Tiranosaurius rex en uno de los jardines del campus. Con este reparto Google quiere fomentar la creatividad de sus ingenieros. Los informáticos son gente especial: pueden olvidarse de comer, de dormir o de buscar novia si el trabajo les satisface. Pero muchas empresas de Silicon Valley fueron creadas por ingenieros frustrados por un trabajo poco innovador.

A los trabajadores no les gusta contar cuánto ganan, aunque confiesan que están bien pagos, y tampoco quieren hablar de los billares, los masajes, las pelotas gigantes, los juguetes de Lego, los monopatines o las lámparas de lava. La empresa parece un gigantesco hogar, con sofás en cada esquina, comida y bebida en cada mesa, perros y fiestas. No hay horarios de trabajo y pueden vestir como les parezca. Los viernes se celebra el TGIF o thank god it’s Friday (“gracias a Dios es viernes”), y todos se reúnen para cantar o comer. Google es flexible, pero también exigente. No se contrata a cualquiera: un ingeniero con años de experiencia puede ser descartado porque sus notas de la universidad no son muy brillantes. El proceso de selección incluye media docena de entrevistas personales y complejos cuestionarios para demostrar que, además de los más brillantes, son sociables, pueden trabajar en grupo y tienen intereses lejos de la PC. El trabajo es duro: uno de los principios incluye ofrecer al usuario, siempre, más de lo que espera. Es la innovación hasta la paranoia. “Los fundadores explican que, en cualquier momento, un par de pibes pueden crear en un garaje, como hicieron ellos, una herramienta parecida o mejor”, dice Cuesta. Las pesadillas no las protagoniza Bill Gates, sino un par de estudiantes con una laptop.

La empresa crece sin parar. Realiza búsquedas sobre 8000 millones de webs y más de 800 millones de imágenes. El año pasado, sus ventas crecieron un 70% y su plantilla, un 18%. Y ya no sólo es una de las marcas más reconocidas del mundo (junto a Coca Cola y Apple), sino que su nombre aparece en el diccionario Webster como sinónimo de “buscar”. Pero los empleados creen que la compañía mantiene un espíritu modesto. “Esta empresa es lo suficientemente grande para influir en la sociedad, pero aún se siente pequeña por dentro”, opina Deep Nishar, encargado de desarrollar el negocio en los celulares. ¿Cómo de grande o pequeña? Para ser una empresa enamorada de los números, Google tiene alergia a develarlos. Al visitar Mountain View hay que hacerlo acompañado por alguien de relaciones públicas que señala lo que se puede fotografiar y saber. ¿Cuántos empleados trabajan en Mountain View? “No podemos decirlo”. ¿Cuántos edificios hay aquí? “Decenas”. ¿Cuántos empleados hay en total? “Unos 10.000”. ¿Cuánto factura Google en los móviles? “No develamos esas cifras”. ¿Cuánta gente trabaja en el buscador? “No develamos esas cifras”. El secretismo es otra de sus señas de identidad y los ingenieros comulgan con ello al punto de negarse a decir en qué trabajan. La compañía asegura que ésta es sólo una manera de no dar pistas a sus competidores y que, al fin, y al cabo, es una empresa “diferente”.

Pero Google sabe que su tamaño e influencia crecen al ritmo del temor a que abuse de ellos. Y ése es “su principal talón de Aquiles”, según Cuesta. Su decisión de desembarcar en China aceptando la censura gubernamental, o su manejo de los datos privados de los usuarios, suscitaron quejas y críticas. “Google sabe que corre el peligro de que el público deje de verla como el amigo que ayuda a buscar, y entienda el riesgo de que exista una sola empresa que pretende poner en orden toda la información mundial”, dice Cuesta. Según Dan Farber, “al día de hoy, Google no manifiesta un deseo para controlar el ciberespacio, pero está llegando a una posición donde podría abusar de ese poder”.

“¿Cuál es el plan maestro de Google?”, se pregunta un ingeniero en otro tablón de ideas. La compañía está obsesionada por hacer accesible la información; artículos periodísticos, libros, fotografías, películas, series y programas de radio. En un futuro las búsquedas incluirán páginas, documentos e imágenes de lo buscado en la misma página, y serán personalizadas. Claro que, para ello, habrá que confiar a Google muchos más datos de los que maneja ahora. Y si se confía en la frase de Voltaire que asegura que a una persona se la conoce más por sus preguntas que por sus respuestas, “Google descifró el enigma insondable de los negocios y de la cultura humana”, dice John Batelle, autor de Buscar. Analizando los millones de búsquedas que recibe cada día, dice, ésta es la compañía que sabe “qué es lo que quiere el mundo”. Para los googlers que escribieron en la pizarra, el plan maestro para dominar el mundo es aún más aterrador: “Contratar a Bill Gates, y después despedirlo. Después contratar a Donald Trump, y despedirlo también. Y después contratar a Paris Hilton”.

domingo, enero 21, 2007

Padre

El Kraljevlog se complacer en presentar el debut actoral de mi padre:



Maciza actuación.
JK: Una reserva teatral del país. A ver si estamos ante el tardío comienzo de una carrera.

domingo, diciembre 24, 2006

Un criminal menos (J. Sabina)



A dormir van los Augustos
el sueño de los injustos
en el infierno del Dante.

Salvador Allende queda
saliendo de la Moneda
con los dos pies por delante.

Ay, pobre doña Lucía,
el domingo que cumplía
ochenta y cuatro, enviudó.

Qué obscenidad, generales
de gala en los funerales,
la puta que los parió.

Iceberg de la memoria,
Neruda, Carmelo Soria,
tú, Letelier, Víctor Jara.

¿A tal verdugo, clemencia?
Lo que dicta mi conciencia
es escupirle en la cara.

Garzón tuvo dos garzones
cuando con nulas opciones
ordenó busca y captura

de luxe pero un calvario
pasó el felón victimario
con su máster en tortura.

Pinochetín, de buen nieto
se pasó, con un panfleto
que ultramilicó su furia.

Por suerte el de Prats, carajo,
redimió, con un gargajo,
tanta muerte, tanta injuria.

Los momios lloran de pena,
los rotos rompen la escena
huérfanos de tanto hermano.

Arde la capilla ardiente
donde, de cuerpo presente,
sigue jodiendo el tirano.

miércoles, diciembre 20, 2006

Longueira, Lagos Jr., y la falacia ad hominem


Longueira: "Yo creo que hay mucha gente de la Concertación que no luchó contra el gobierno militar para estar avalando lo que hoy día se afirma. Por eso, hacemos un llamado a mucha gente de la Concertación con un principio ético claro a sumarse a la mayoría para reemplazar a un gobierno que ha perdido completa legitimidad por la forma en que ha ganado las últimas elecciones"

Lagos Jr.: "Hay que ser muy care'palo para hacer esa afirmación cuando hace menos de una semana lo vimos acompañando el féretro del general Pinochet, que fue procesado por evasión tributaria y porque se le encontraron más de 27 millones de dólares en una cuenta"

Argumentum ad hominem

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Un argumento ad hominem o argumentum ad hominem (en latín, ‘dirigido al hombre’), es una falacia lógica que implica responder a un argumento o a una afirmación refiriéndose a la persona que lo formula, en lugar de al argumento por sí mismo. Un argumento ad hominem (y por tanto, falaz) tiene esta estructura:

  1. A afirma B;
  2. Hay algo cuestionable acerca de A,
  3. Por tanto, B es falso.

Los argumentos positivos acerca de la persona se describen en recurso a la autoridad.

Ad hominem es una de las falacias lógicas más conocidas. Tanto la falacia en sí misma como la acusación de haberse servido de ella se utilizan como recursos en discursos reales. Como una técnica retórica, es poderosa y se usa a menudo —a pesar de su falta de sutileza— para convencer a quienes se mueven más por sentimientos y por costumbres acomodaticias que por razones lógicas.




Longueira en Emol
Junior en Cooperativa
Argumentum ad hominem en Wikipedia

domingo, diciembre 17, 2006

Campañas en el aire (Comentario para Estartegias II MCP)

Campañas en el aire

Comentarios a “Comunicación y Política: Análisis de la Campaña Presidencial de Michelle Bachelet”, de Elisabet Gerber.

El Centro de Competencia en Comunicación en América Latina, dependiente de la Fundación Friedrich Ebert Stiftung publica en julio de 2005 la investigación “Comunicación y Política: Análisis de la Campaña Presidencial de Michelle Bachelet”[1], realizada por Elisabet Gerber. En este trabajo, la autora realiza un análisis de la campaña de la actual Presidenta de Chile, tomando como fuentes entrevistas a miembros de su equipo de campaña (Francisco Javier Díaz, Ricardo Solari, René Jofré, Pilar Rivadeneira, Victoria Massarelli y Martín Viñacur), a la Directora de Mori-Chile Marta Lagos, algunos datos de encuestas –CEP y Mori –, y los resultados de la elecciones de primera y segunda vuelta.

La principal carencia del trabajo de Gerber es la ausencia prácticamente completa del contexto político en que la campaña de Bachelet tiene lugar. Si bien en un comienzo cita ciertos antecedentes del proceso electoral chileno, los datos mostrados no rebasan lo epidérmico y, lo que resulta más significativo, una vez puestos en la mesa se retiran completamente del análisis que posteriormente se despliega. Así, la causa cuasi exclusiva del triunfo de la candidata de la Concertación radican en sus cualidades personales, configurando un análisis apolítico y ahistórico de los resultados de las elecciones presidenciales de diciembre de 2005 y enero de 2006, primera y segunda vuelta, respectivamente.

La citada personalización del triunfo de Bachelet es también compartida por buena parte de su equipo cercano. Así, el responsable de la elaboración de los discursos en la campaña y hoy uno de los principales asesores presidenciales, Francisco Javier Díaz concluye: “teníamos la fortaleza de la gran candidata, lo era en todo sentido, así que lo central es tener claro que la ganó fue ella y nosotros ayudamos.”

Como se ha señalado, esta personalización sólo es posible obviando la historia electoral reciente de Chile. Esta historia habla de 1988 hasta nuestros días de un electorado particularmente estable en sus preferencias, donde en todas y cada una de las 22 elecciones[2] desarrolladas desde entonces –a niveles de concejales, alcaldes, diputados, senadores o presidenciales – han sido los candidatos de la Concertación de partidos por la democracia quienes han recibido la mayor cantidad de votos a nivel nacional. Más aun, los datos electorales muestran con claridad como en elecciones de sólo dos candidatos u opciones (plebiscito ’88, segunda vuelta presidencial de enero de 2000) los votantes de la izquierda extraconcertacionista tienden a alinearse con notable disciplina junto a las opciones que levanta la coalición gobernante.

Vistos los datos, del argumento expuesto en esta investigación podría derivarse que en cada elección sucedida desde la recuperación de la democracia los atributos personales –particularmente su credibilidad y honestidad – de cada uno de los candidatos de la Concertación, no del conglomerado pues en momento alguno se sitúa a la coalición como actor significativo del triunfo de Bachelet, ha sido superior a los atributos personales de sus adversarios electorales. Podría haber ocurrido en alguna elección particular, en ciertos distritos o comunas, pero vistas la regularidad de los resultados no parece un argumento atendible.

Por el contrario, la estabilidad electoral de los chilenos permite suponer la existencia de clivajes o ejes profundos y duraderos que explican buena parte de los resultados electorales. En este tópico cabe señalar la existencia de debates a nivel académico que giran en torno a la condición de esos clivajes y su vigencia. A partir de los datos electorales y de encuestas nacionales, Eugenio Tironi, Felipe Agüero y Eduardo Valenzuela defienden la existencia de un clivaje principal, de corte político, configurado en torno al plebiscito de 1988 y a la dicotomía entre dictadura y democracia, en “Clivajes políticos en Chile: perfil sociológico de los electores de Lagos y Lavín”[3]. Más atrás buscan Miguel Ángel López y Mauricio Morales en “La capacidad explicativa de los determinantes familiares en las preferencias electorales de los chilenos”[4] donde señalan la capacidad explicativa que manifiestan los antecedentes familiares en el voto de los jóvenes, mostrando la relevancia que tiene la posición adoptada por la familia ante la dictadura militar, el golpe de estado y el gobierno de la Unidad Popular.

Es por ello que llama poderosamente la atención la ausencia en el análisis que desarrolla Gerber de los posicionamientos políticos de los candidatos – y de Michelle Bachelet en particular – en la campaña electoral y en sus resultados. Sin embargo, ello podría explicarse en tanto en las citas que la autora recoge de sus entrevistas con el equipo de la candidata se hace patente la misma omisión, que cruza desde la fase inicial del diseño hasta los análisis posteriores. Así, la directora de arte Pilar Rivadeneira recuerda el brief que recibe de dos de los principales estrategas de la campaña: "El punto de partida conceptual tuvo que ver con un brief de Solari y Halpern: pensar en una campaña de bien público, no en una campaña política.”

Resulta curiosa la prescindencia de lo político que cruza la campaña de Bachelet, en particular porque vistos los resultados electorales recientes en Chile la posición política de Bachelet en la Concertación y las de sus adversarios – Joaquín Lavín y Sebastián Piñera en la Alianza por Chile; Tomás Hirsch en Juntos Podemos Más – resulta una potente ventaja a favor de la candidata que el diseño de campaña deja de lado. Para Marta Lagos, entrevistada por Gerber, esta omisión está vinculada a “la reminiscencia del casi empate de diciembre del 99 entre Lagos y Lavín y, por otra parte, del gran triunfo de la derecha en las municipales del 2001”. Sin embargo, los resultados de la segunda vuelta entre Lagos y Lavín hablan de la vigencia del voto más politizado entre los votantes de izquierda, y el triunfo de la derecha en las municipales 2004 – supongo que a esa elección se refiere Lagos pues no hubo elecciones municipales el 2001, y es en esa ocasión donde se plantea un triunfo de la derecha – no fue sino una reducción de las distancias entre la oposición y el bloque gobernante, con aún 400.000 votos de distancia en la elección de alcaldes y más de 600.000 en concejales:

MUNICIPALES 2004 ALCALDES

LISTA/PACTO

VOTOS

PORCENTAJE

CANDIDATOS

ELECTOS

A.- Juntos Podemos

371.772

5,89%

229

4

B.- Alianza

2.443.381

38,72%

343

104

C.- Concertación Por La Democracia

2.827.514

44,81%

340

203

D.- Nueva Alternativa Independiente

20.253

0,32%

22

1

E.- Nueva Fuerza Regional

38.866

0,62%

8

1

Independientes (Fuera De Pacto)

608.420

9,64%

301

32

Válidamente Emitidos

6.310.206




MUNICIPALES 2004 CONCEJALES

LISTA/PACTO

VOTOS

PORCENTAJE

CANDIDATOS

ELECTOS

A.- Juntos Podemos

561.687

9,17%

1.160

89

B.- Alianza

2.307.046

37,68%

2.114

886

C.- Concertación Por La Democracia

2.932.350

47,89%

2.121

1.126

D.- Nueva Alternativa Independiente

42.457

0,69%

190

15

E.- Nueva Fuerza Regional

39.967

0,65%

77

7

Independientes (Fuera De Pacto)

239.868

3,92%

533

21

Válidamente Emitidos

6.123.375


6.195

2.144

Continuando con la idea de una campaña prescindente de los partidos y la Concertación, Ricardo Solari señala “Ese fue el núcleo de la estrategia: una campaña que intentó sustentarse siempre en un estilo ciudadano, priorizando estas dimensiones antes que las más estrictamente partidarias".

La elección es reafirmada por Díaz, quien afirma “la apuesta fue credibilidad, que venía también de sus atributos personales. La gente le cree a la candidata por su historia, por su manera de ser, por su sonrisa, por atributos personales”. Situándose ya en al análisis postelectoral, René Jofré reproduce el argumento con "Estoy convencido de que esta campaña la ganó la candidata”.

Marta Lagos, entrevistada en condición de experta externa al comando, avala esta apuesta a la credibilidad en la similitud de las propuestas de los candidatos (“si las propuestas parecen todas iguales, el determinante del voto es quién es el más creíble") y en los resultados en encuestas que sitúan la credibilidad y honestidad como los atributos más valorados por los electores en un presidente, y a Michelle Bachelet como la candidata más destacada en estos aspectos. Sin embargo, cabe señalar que el sentido de una relación causal entre atributos e intención de voto no resulta para nada claro con los datos mostrados.

De esta perspectiva despolitizada del cuadro electoral emergen a su vez análisis postelectorales donde la variable género –que efectivamente juega un rol en las elecciones, aunque como ya se señalará sobredimensionado – reemplaza radicalmente las orientaciones políticas de los electores: "Vimos que podíamos seguir creciendo en mujeres, cuestión que habíamos creído imposible. Había espacio para seguir creciendo en todo tipo de mujeres: de distintas edades y niveles socioeconómicos. En ese sentido creo que hubo una sorpresa para Sebastián Piñera en la segunda vuelta, porque algunos suponían que lo que primaría en esa instancia sería capacidad y liderazgo. Nosotros observamos que la gente seguiría priorizando la credibilidad y todos los atributos asociados: honestidad, transparencia. Desde ahí era posible seguir creciendo entre las mujeres" (Franciso Javier Díaz). Ratifica el criterio Marta Lagos al señalar que en la campaña “se equivocaron al no apuntar a los hombres, que es donde perdió en la primera vuelta.

Mal podría cuestionarse el análisis realizado por Gerber por citar las orientaciones de la campaña de Bachelet en palabras de sus gestores. Sin embargo, lo que se extraña en el texto es una perspectiva crítica frente a las orientaciones de las fuentes y analizar de qué modo se articulan lo factores internos del diseño de la campaña con fuerzas exógenas en el resultado obtenido. Por el contrario, Gerber opta por sólo reproducir entrevistas y concluye: “¿Significa esto que fue un error enfocar la campaña en los términos en que se hizo? En nuestra opinión, no. Porque es necesario, en este sentido, hacer una distinción elemental entre las distintas etapas: el llamado constante a la ciudadanía que tuvo lugar en la campaña resultó exitoso”

Sin embargo, la idea de éxito tiene al menos un componente relacional, cuestión clara en el marco de una campaña electoral. Los resultados de la campaña de Michelle Bachelet en las urnas – en hombres y mujeres – se manifiestan claramente inferiores a los que la Concertación exhibe en las elecciones de diputados realizada simultáneamente a la primera vuelta presidencial.


UNIVERSAL

MUJERES

Primera Vuelta Presidencial

Votos

% totales

%validos

Votos

% totales

%validos

Sebastián Piñera Echeñique

1.763.694

24,5%

25,4%

894.553

23,3%

24,1%

Michelle Bachelet Jeria

3.190.691

44,3%

46,0%

1.743.998

45,4%

47,0%

Tomas Hirsch Goldschmidt

375.048

5,2%

5,4%

150.184

3,9%

4,0%

Joaquín Lavin Infante

1.612.608

22,4%

23,2%

921.882

24,0%

24,8%

nulos

180.485

2,5%


96.395

2,5%


blancos

84.752

1,2%

36.222

0,9%

TOTAL

7.207.278


3.843.234


Válidos

6.942.041

3.710.617

Diputados

UNIVERSAL

MUJERES

A.- Fuerza Regional Independiente

77.213

1,1%

1,2%

37.785

1,0%

1,1%

B.- Concertación Democrática

3.417.207

47,4%

51,8%

1.831.026

47,6%

51,6%

C.- Juntos Podemos Más

488.618

6,8%

7,4%

221.104

5,8%

6,2%

D.- Alianza

2.556.386

35,5%

38,7%

1.424.292

37,1%

40,2%

Independientes (Fuera De Pacto)

62.387

0,9%

0,9%

32.754

0,9%

0,9%

nulos

383.940

5,3%


194.213

5,1%


blancos

221.600

3,1%

102.092

2,7%

TOTAL

7.207.351


3.843.266


Válidos

6.601.811

3.546.961

Como se puede observar, los resultados obtenidos en primera vuelta por la candidatura de Michelle Bachelet son menores en más de tres puntos porcentuales sobre totales a los de la Concertación en el total de los electores, mientras en mujeres la distancia entre candidata y coalición corresponde a dos puntos. Desde la perspectiva de los votos absolutos, cabe señalar que en una elección con menor número de votos validos (hay 340.000 votos inválidos en la parlamentaria) la Concertación rebasa a su candidata en más de 220.000 votos en total y casi 100.000 sufragios femeninos.

Luego, en la segunda vuelta presidencial frente a Sebastián Piñera, los resultados son los siguientes:

Segunda Vuelta

UNIVERSAL

MUJERES

Sebastián Piñera Echeñique

3.236.394

45,2%

46,5%

1.729.711

45,4%

46,7%

Michelle Bachelet Jeria

3.723.019

52,0%

53,5%

1.976.269

51,9%

53,3%

nulos

154.972

2,2%


83.561

2,2%


blancos

47.960

0,7%


21.784

0,6%


TOTAL

7.162.345



3.811.325



Válidos

6.959.413



3.705.980



Aquí, si bien cabe consignar que Bachelet pareciera capturar algún segmento de los votantes de Lavín – diferentes análisis hablan de votos de sectores populares – permanece apenas por debajo el umbral de la suma de los sectores que la apoyan en el ballotage, la Concertación y el Partido Comunista. Es importante a su vez señalar que los votos nulos se reducen en 60.000 frente a la primera vuelta, factor que se atenúa por el alza de la abstención en 40.000 votos.

A la luz de los resultados de las elecciones de diciembre de 2005 en particular, y la historia electoral chilena desde 1988 parece evidente que la principal ventaja con que cuentan los candidatos de la Concertación radica justamente en su pertenencia a la coalición, y que la apuesta de una campaña despartidizada probablemente logró reducir el éxito electoral de la hoy Presidenta. En contra de esta argumentación puede sostenerse que la diferencia electoral de Bachelet frente a la Concertación radica en su condición de mujer, lo que representa una desventaja ante el electorado chileno. Sin embargo, los investigadores Marcela Ríos y Andrés Villar en “Mujeres en el Congreso 2006-2010”[5] muestran que las tasas de elegibilidad de las mujeres candidatas al parlamento son similares a las de los hombres, y que por tanto no existen evidencias en la política chilena reciente que permitan afirmar que el género sea una variable que afecte significativamente el rendimiento electoral de un candidato. Por el contrario, la verdadera odisea que deben sortear las mujeres candidatas en convertirse en tales, es decir hacerse espacio en las plantillas electorales de los partidos para lo cual su condición si parece ser una desventaja.

Visto así, el llamado fenómeno Bachelet se ubica bastante antes en el tiempo, y no en la campaña presidencial que alaba la autora, cuya caracterización de exitosa merece al menos una razonable duda, siempre y cuando situemos su análisis en el contexto del país y tiempo en que tiene lugar.



[1] Disponible en http://www.c3fes.net/docs/comunicacionpoliticabachelet.pdf

[2] Estos y los siguientes resultados electorales provienen de http://www.elecciones.gob.cl , sitio oficial del Ministerio del Interior.

[3] http://www.dii.uchile.cl/~revista/ArticulosVol5-N1/06-E.sep.pdf

[4] http://www.inap.uchile.cl/cienciapolitica/rev-politica/45/06-lopez.pdf

[5] Disponible en http://www.flacso.cl/flacso/biblos.php?code=1554