viernes, enero 15, 2010

Razones desde la Izquierda, por Nicolás Grau y Gabriel Boric

La elección de este domingo representa desde ya, gane quien gane, un fracaso para el mundo de izquierda. Por una parte, el país elegirá entre continuar con la Concertación y su condescendencia con la forma de vida que heredamos de la dictadura, o bien cambiar a un gobierno de derecha del cual no se puede esperar otra cosa que la profundización de ese modelo.
Por otra parte, la política ocupa cada vez un espacio menos relevante en nuestras vidas. Es así como a muy pocos de las nuevas generaciones les interesa participar en esta elección. En efecto, el nuevo presidente puede ser elegido con menos votos que los que obtuvo Pinochet en el plebiscito del 88.
Ambas situaciones, las opciones que hoy tenemos y quienes han deseado ser los electores, son buenos motivos para sentir frustración y necesidad de cambiar el cuadro político futuro.
Es por esto que nuestro deber como parte del mundo de izquierda es construir una plataforma programática de largo plazo que, sin estar solamente determinada por coyunturas electorales contingentes, sea capaz de reunir a todas las fuerzas que hoy, por diferentes motivos, han decidido enfrentar la realidad de manera dividida. Debemos recuperar la vocación de mayoría y la capacidad de transformar la realidad.
Ahora bien, nos guste o no, el próximo domingo va a ser electo el próximo presidente de Chile. Y ante este escenario no somos indiferentes.
Nos somos indiferentes, pues no sólo conocemos la historia de nuestro país y, en particular, el actuar de la derecha durante la dictadura, sino que ademas hemos vivido la implementación de un conjunto de políticas  de derecha durante los gobiernos de la Concertación.
Es por lo último que no nos parece creíble ni aceptable que el mismo conglomerado que durante 22 años ha hecho del consenso un fin en sí mismo, y que hace sólo un año alzaba sus manos con la UDI y RN, haciendo un festín con su pobre y continuista reforma educacional (LGE), que de paso le daba la espalda al movimiento social más esperanzador que ha tenido el Chile post dictadura -la movilización pinguina de 2006-, ahora nos trate de convencer de una caricatura en que la derecha es inmoral y malvada y que ellos  son los paladines del progresismo.
El oportunismo político y la mala memoria nos hacen dudar. Sin embargo, pensamos que la mejor opción, entre el nulo y votar por Frei, es aportar con nuestro voto y opinión para que los partidos de derecha no lleguen al poder político.  De este modo, este domingo 17 haremos fuerza en la misma dirección con el sector del cual hemos sido oposición, votaremos de igual modo, pero nuestras razones no son sus razones.
Votaremos Frei porque pese a que sus palabras a estas alturas no son garantía suficiente, parte de los compromisos que han asumido frente a la desesperación de una posible derrota abren una brecha de posibilidad a cambios en el sistema político, tributario y educacional que nos parecen profundamente necesarios. También porque en el concierto Latinoamericano nos sentimos más cerca de Mujica, de Lula, de Correa y de Morales, que de Uribe, García y Calderón, y pese a que Frei no representa lo mismo que el primer grupo, sabemos que en un gobierno de derecha, los aliados serían los segundos. Y además, porque vemos en las dos almas que cruzan a la Concertación, una que no ha abrazado al neoliberalismo, una con la que es posible avanzar en la acción del mundo social en su lucha por mayor democratización, equidad y justicia.
En definitiva, este domingo votaremos Frei con una sensacion de vergüenza y responsabilidad. Lo haremos porque creemos que es lo mejor para el País. Esperamos contribuir para que en el futuro tengamos una mejor opcion y un conjunto de ciudadanos que deseen participar de tal elección.

(Gabriel Boric fue Presidente del Centro de Estudiantes de Derecho de la Universidad de Chile en 2008; Nicolas Grau es
Economista y  fue Presidente FECH en 2006)

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